viernes, 5 de agosto de 2011

Para excusarse...

Será un error mío, pero ando siempre excusándome. Incluso en algo tan personal e intransferible como mi propio blog, tengo la tentación de buscar una excusa al hecho de no haber escrito durante los últimos 3 meses. La respuesta la dejo para mi mente. La oficial es que no tenía un por qué por el cual abalanzarme contra el teclado. Ahora que todo cambia, parece que le debo al folio en blanco unas palabras. Pero cuando se reinicia algo, no se tiene por qué mirar atrás. Y eso voy a hacer yo. Sin mirar el porqué. Pero aquí estoy. Y a punto de tener que elegir caminos. Vuelvo a la escena. Se abre el telón.

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